15 sept 2015

La Universidad abre un portal con datos en tiempo real sobre el estado de la mar en la costa de Cudillero




Oleaje, corrientes, temperatura del agua, velocidad del viento o radiación ultravioleta son algunas de las variables que recoge la boya que la Universidad de Oviedo mantiene fondeada a cuatro kilómetros al noreste de Cudillero. La baliza, una de las herramientas con las que trabaja el Observatorio Marino de Asturias ofrece, por primera vez en abierto y en tiempo real a través de un portal web, datos de interés para los investigadores, aficionados a los deportes de vela y surf, cofradías de pescadores, técnicos de navegación marítima, meteorólogos, y medios de comunicación.

Durante el temporal que golpeó la cornisa cantábrica en febrero del pasado año, la boya detectó una ola de 20,87 metros de altitud, el equivalente a un edificio de siete pisos. Esta ola supone el récord de la serie histórica registrada hasta la fecha por esta herramienta fondeada a casi cuatro kilómetros mar afuera de la villa pixueta.

El dispositivo forma parte de una iniciativa mucho más amplia, la del Observatorio Marino de Asturias, un proyecto enmarcado dentro del Clúster de Energía, Medio Ambiente y Cambio Climático del Campus de Excelencia Internacional. El Observatorio es una agregación estratégica de grupos de investigación de la Universidad de Oviedo, que dispone de varias infraestructuras relacionadas con la observación y monitorización del ecosistema marino de la costa cantábrica.

El portal de acceso a los datos es gestionado por el Servicio de Informática y el Centro de Innovación de la Universidad de Oviedo. El proyecto cuenta con el apoyo técnico de la empresa de instrumentación oceanográfica SIDMAR, mientras que Telecable colabora en la transmisión de datos. El Observatorio Marino de Asturias recibe financiación del Banco Santander.

La web de este observatorio publica en abierto y sin necesidad de registro las mediciones recogidas por la boya oceanográfica de Cudillero durante las últimas 24 horas. Los usuarios pueden acceder además a series históricas bajo petición.

La boya está equipada con 16 sensores que permiten monitorizar distintas variables sobre el clima, el aire, la calidad de las aguas o las corrientes. Con una vida útil que supera los 15 años, la baliza está diseñada para proporcionar observaciones sobre los fenómenos meteorológicos más extremos.

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