Las boyas oceanográficas fondeadas por la Universidad de Oviedo registran olas de más de 10 metros en el Cantábrico

La boya ubicada en Cabo Busto antes de ser fondeada en el puerto de Luarca.

Las dos boyas oceanográficas fondeadas por la Universidad de Oviedo en diferentes puntos de la costa asturiana han transmitido en los últimos meses información para lograr una mejor caracterización del medio marino en la costa Cantábrica. El Campus de Excelencia Internacional impulsa el proyecto de investigación a través de su Cluster de Energía, Medio Ambiente y Cambio Climático.

Los dispositivos fondeados en las cercanías del cabo Peñas (Gozón) y del cabo Busto (Valdés) han recogido datos de más de 16 parámetros océano-meteorológicos y todos ellos han sido transmitidos al Portal del Investigador de la Universidad de Oviedo para uso de los investigadores. Asimismo, la página web del Campus de Excelencia Internacional facilita a diario algunos de los parámetros más destacados de las mediciones.

A lo largo de estos meses la información recopilada constituye una valiosa fuente de datos entre los que se encuentran algunos llamativos. Por ejemplo, el momento en que la temperatura del agua fue más alta en estos meses fue de 22,2 grados  el 21 de agosto a las 16:30 horas en las inmediaciones del cabo Peñas. Por el contrario, la temperatura más baja se registró el 7 de abril en Busto con 10,7 grados.

La ola de mayor altura se registró en Valdés el 18 de abril con un valor de 10,38 metros. También en cabo Busto se captó la racha de viento más veloz el pasado 21 de septiembre con una fuerza de 80 kilómetros por hora. Las boyas registran la velocidad del viento gracias a un sensor colocado en un mástil que flota 3 metros sobre la superficie.
El valor más alto de radiación solar se registró durante el mes de junio con un registro de 1005 watios por metro cuadrado.

Ambas boyas están ubicadas en puntos estratégicos de la costa con una profundidad de más de 40 metros. Los dos dispositivos miden el viento, la temperatura, la humedad relativa, la radiación solar, corrientes y oleaje direccional y la presión atmosférica, además de recabar datos también sobre la calidad de aguas.