24 oct 2013

Michael Haneke imparte una clase magistral de cine en la Universidad de Oviedo



Imagen del encuentro con Michael Haneke


"Sólo se puede estar en esta profesión cuando te obsesiona tanto que no puedes hacer otra cosa". Así de rotundo se mostró Michael Haneke (Múnich, 1942) al referirse a su faceta como cineasta. El director austríaco de origen alemán, que con su película Amor logró un Oscar, la Palma de Oro del Festival de Cannes y un Globo de Oro desveló las claves de su trabajo ante un joven auditorio que llenó la Biblioteca de Humanidades.

El acto fue presentado por vicerrector de Extensión Universitaria y Comunicación, Vicente Domínguez, acompañado por la profesora Margarita Blanco. Domínguez definió a Haneke como "uno de los grandes artistas de nuestro tiempo" y subrayó el honor que suponía la presencia del cineasta en la Universidad de Oviedo.

El director de películas como Funny Games o Caché, entre otros títulos de referencia, se mantuvo fiel a su determinación de no revelar claves interpretativas de sus películas, pero sí explicó sus puntos de vista sobre diversos temas relacionados con su faceta de creador, en un diálogo en el que participaron tanto jóvenes realizadores como estudiantes. Una de las primeras cuestiones planteadas fue la responsabilidad de los cineastas y su función social. "Existe el cine como forma de expresión artística, que desempeña un papel intelectual, y luego el cine como negocio, que quizá supone el noventa y cinco por ciento. El problema está en que la educación pasa a través del cine comercial", afirmó Haneke, para quien "el cineasta tiene que tomar en serio al espectador".

Las obras de Haneke están concebidas para abrir "un espacio de interpretación para el espectador", por medio de historias que a veces nacen "de una vivencia personal, y otras de una idea o de una escena". El prestigioso autor considera que el éxito de cualquier filme "depende de un buen guión y de un casting adecuado".

Durante el coloquio también se abordó la cuestión de la violencia, que está muy presente en la obra de Haneke, aunque aparece "diariamente en los medios de comunicación, lo que ha hecho que los espectadores se acostumbren a ella". Como en el caso de otras problemáticas, la intención de Haneke es mostrar la realidad y plantear preguntas, sin pronunciar opiniones políticas o sociales respecto a la forma en que habrían de abordarse. "No soy político, ni trabajador social, ni una persona que quiera difundir sus ideas sobre estos temas", aseguró. Lo que quiso dejar claro es "el peligro potencial de convertir las ideas en ideología, como traté de mostrar en La cinta blanca".

Con motivo de los Premios Príncipe de Asturias, la Fundación que organiza los galardones y la Universidad de Oviedo celebraron del 14 al 22 de octubre un cine fórum dedicado al cineasta, que llevó su filmografía completa a Oviedo, Gijón y Avilés.

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