31 jul 2013

Investigadores cuantifican el impacto económico de la fragmentación de la tierra en el sector lácteo asturiano



¿Cómo mejorar la eficiencia y la productividad de las explotaciones lecheras asturianas en un territorio caracterizado por una gran fragmentación de las parcelas? Un grupo de economistas de la Universidad de Oviedo, liderados por el profesor Luis Orea, ha calculado cuál es el impacto económico que esa distribución del terreno tiene sobre los ganaderos asturianos y ha concluido que una mayor concentración parcelaria del territorio podría aumentar entre un 3,5 y un 7,8 por ciento la eficiencia técnica de las ganaderías lecheras del Principado, según presenten un sistema de explotación intensivo o extensivo. Los beneficios de ambos sistemas de explotación aumentarían consiguientemente, pero tal incremento sería aproximadamente un 75 % mayor para la explotación extensiva que para la intensiva.

Los investigadores de la Facultad de Economía y Empresa trabajan en el proyecto "Comportamiento productivo y medioambiental de las explotaciones lecheras: determinantes, tipos de explotaciones y compatibilidad de objetivos económicos y medioambientales", financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad. Para recabar toda la información necesaria sobre las ganaderías del Principado el equipo ha contado con la colaboración de Central Lechera Asturiana, las Agrupaciones de Gestión de Explotaciones Lecheras asturianas y la Consejería de Agroganadería y Recursos Autóctonos del Principado de Asturias.

Los resultados preliminares del estudio corroboran el efecto negativo de la fragmentación de la tierra sobre la eficiencia de las ganaderías y han sido expuestos en el 13th European Workshop on Efficiency and Productivity Analysis, celebrado en Helsinki el pasado mes de junio. El grupo de investigación coordinado por el profesor Orea ha demostrado, a través de modelos econométricos, que este impacto es mayor en el caso de las ganaderías extensivas, más ligadas al uso de la tierra para la alimentación del ganado. El elevado número de parcelas que normalmente venían utilizando las explotaciones tradicionales constituye uno de los factores decisivos para que progresivamente la explotación intensiva haya ido ganando terreno, además de haber contado con el apoyo de fondos públicos.

Dado que la Unión Europea viene adoptando medidas que tratan de reducir los impactos medioambientales de la actividad agraria y de favorecer la ganadería ligada a la tierra, los resultados del estudio presentan distintas implicaciones de futuro tanto para la política sectorial como para la gestión de las explotaciones. Desde un punto de vista político se deberían potenciar medidas que permitan a las ganaderías el uso de tierra, la actual y otra adicional, con un reducido nivel de fragmentación. Los ganaderos y las organizaciones de productores tienen el reto de hacer viable la explotación de tierra adicional con el fin de reducir la dependencia de sus resultados económicos de insumos externos (concentrados y forrajes comprados). Igualmente se debe tener en cuenta que distintos estudios empíricos ponen de manifiesto una dificultad adicional en la gestión de los sistemas extensivos con relación a los intensivos, al depender sus resultados de un mayor número de actividades.

Concentración parcelaria

Los expertos de la Universidad de Oviedo han desarrollado diversos trabajos e investigaciones en el campo de la economía agraria. Las conclusiones preliminares del actual proyecto de investigación se apoyan en un trabajo anterior publicado en Journal of Dairy Science en el año 2011 en el que se analizaba el impacto de la fragmentación de la tierra en una muestra de explotaciones lecheras asturianas en el período 1999-2007. A través de la aplicación de una metodología econométrica se observó que, para una superficie dada, cuanto mayor sea el número de parcelas de las explotaciones menor será el volumen de producción generado.

Según datos de SADEI la concentración parcelaria desde 1998 hasta 2007 afectó a un área de 17.545 hectáreas divididas en 50.152 parcelas, que fueron agrupadas en 13.949 nuevas parcelas. Esto supone que en media en cada parcela nueva se agrupan 3,5 parcelas antiguas. Atendiendo al modelo econométrico estimado, esta reducción en el número de parcelas supondría un incremento de un 4,1 por ciento en el volumen de producción, manteniendo constante el uso de recursos. Este aumento en la producción se traduce en un incremento del beneficio de las explotaciones, cifrado en un valor medio del 11,7 por ciento.

Equipo de investigadores.

Luis Orea Sánchez (Investigador Principal)
José Antonio Pérez Méndez
David Roibás Alonso
Alan Wall

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