La Universidad conmemora el inicio de las observaciones meteorológicas en Asturias a mediados del siglo XIX

La Universidad de Oviedo y la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) han conmemorado esta mañana con el descubrimiento de una placa en el Edificio Histórico la creación del primer observatorio de muestras climáticas de Asturias hace 165 años. El rector, Vicente Gotor, y el director de Coordinación Territorial de la AEMET, Amadeo Uriel, han querido rendir tributo al profesor de Física y posterior rector de la institución académica asturiana León Pérez de Salmeán y Mandayo, que comenzó las primeras observaciones el 1 de enero de 1851, y dio así origen a una de las series históricas sobre datos climáticos más antiguas de España, cuyo cuaderno de anotaciones aún se conserva.

El origen de las mediciones se remonta a la Real Orden de 30 de marzo de 1846, en la que se recomendaba a los rectores de universidades que estimularan a sus profesores para la realización de trabajos meteorológicos. Cuatro años después, se creó la primera red de 23 observatorios nacionales, entre los que se propuso Oviedo. La Universidad asturiana fue una de las primeras en comenzar las observaciones meteorológicas, ya que el 1 de enero de 1851 Pérez de Salmeán y Mandayo, entonces profesor de Física, comenzó las observaciones de forma sistemática, bajo el mandato del rector Domingo Álvarez Arenas.

Mientras se construía la torre del Edificio Histórico, se estableció una estación en el patio, con una cámara de tres metros de elevación, en cuyo interior se dispusieron los barómetros, libros de registros y tablas de reducción. También en el mismo patio se ubicaron los termómetros, el pluviómetro y el atmómetro.

Una vez finalizada la Torre del Edificio Histórico, el 1 de abril de 1871 se inician ya las mediciones meteorológicas a una altura de más de 21 metros sobre el patio. La serie histórica continuará en el inmueble central de la Universidad hasta finales de 1957. Posteriormente, en 1972 las observaciones se retoman por parte de AEMET en el observatorio de El Cristo y continúan en la actualidad. De la primera época de mediciones, se conservan vestigios de un anemómetro instalado en la azotea de la Torre del Edificio Histórico de la Universidad.